¿Quieres reaccionar a este mensaje? Regístrate en el foro con unos pocos clics o inicia sesión para continuar.
Nibiru - Anunnakis
Sumerios y Egipcios lo escribieron, importantes investigadores lo revelaron, y hoy hasta Maestros de importante espiritualidad nos avisan de su presencia .Somos Nibiru y Anunnakis : Esperando el contacto .
Hacía tiempo que me apetecía tratar este tema, pero me faltaba una noticia de actualidad para darle algo de empaque al asunto. Y por fin apareció, así que vamos allá.
Como casi todo el mundo sabe a estas alturas, Nibiru es un planeta que, según las interpretaciones que Zecharia Sitchin hace de las escrituras sumerias en El duodécimo planeta, publicado en 1976, orbita alrededor del Sol cada 3.600 años, en sentido inverso al resto de planetas, es decir, siguiendo el curso de las manecillas del reloj, y cuya órbita estaría inclinada con respecto al plano general, de manera que su acercamiento tendría lugar desde la constelación de Sagitario y sería visible desde el hemisferio sur en un primer estadio de acontecimientos.
Durante años, tal planeta ha sido considerado una mera fantasía, puesto que científicamente no es viable algo tan raro, un planeta que lo haga todo de forma diferente a sus compañeros de viaje. Pues bien, si hace unos meses se empezó a hablar de ese nuevo tema que son los “planetas errantes”…
Los científicos han descubierto recientemente un nuevo tipo de planetas que parecen flotar en solitario en el espacio. Se trata de los llamados mundos errantes, que, alejados de cualquier estrella, vagan por el espacio interestelar después de haber sido expulsados de los sistemas planetarios en los que se formaron. Ahora, una nueva investigación del Centro Harvard-Smithsoniano de Astrofísica sugiere que estos mundos nómadas pueden encontrar un nuevo hogar con un sol diferente. Incluso afirma que miles de millones de estrellas en nuestra galaxia pueden haber capturado planetas errantes. (Fuente: ABC Ciencia)
… el colmo de los colmos nos lo encontramos en la siguiente descripción (las negritas son mías):
Los planetas errantes son una consecuencia natural de la formación de estrellas. Los sistemas de estrellas recién nacidos a menudo contienen múltiples planetas. Si dos planetas interactúan, uno puede ser expulsado y convertirse en un viajero interestelar. Si más tarde se encuentra con una estrella diferente moviéndose en la misma dirección y a la misma velocidad, puede quedar «enganchado» en el paseo.
Un planeta capturado tiende a situarse cientos o miles de veces más lejos de su estrella de lo que la Tierra está del Sol. También es probable que tenga una órbita inclinada con respecto a los planetas nativos, e incluso puede girar alrededor de su estrella hacia atrás. (Fuente: ABC Ciencia)
No sé por qué me da que el tipo que ha hecho esta descripción tenía ganas de guasa… Y a fe que lo ha conseguido. Sigamos, pues, con el juego. En la interpretación que Sitchin hace de las tablillas que narran la “epopeya de la creación”, la historia de cómo se creo nuestro mundo,
Un sistema solar inestable, compuesto por el Sol y nueve planetas, fue invadido por un gran planeta del espacio exterior, Ea primer lugar, se encontró con Neptuno; al pasar junto a Urano, el gigante Saturno y Júpiter, su curso se desvió en gran medida en dirección hacia el centro del sistema solar, al tiempo que sacaba siete satélites. Y entró en un curso inalterable de colisión con Tiamat, el siguiente planeta en línea.
Pero los dos planetas no chocaron entre sí, fueron los satélites de Marduk/Nibiru los que chocaron con Tiamat, planeta cuyo destrozo habría dado lugar al cinturón de asteroides. La pregunta, de dar validez a Sitchin, es qué sabían los sumerios de tal cinturón, pero al parecer lo llamaban “brazalete en los cielos”.
Merece la pena seguir la descripción más o menos completa de cómo entra Marduk en nuestro sistema:
Un nuevo «dios» celeste -un nuevo planeta- se une ahora al reparto. Se formó en lo Profundo, lejos, en el espacio, en una zona donde se le había conferido movimiento orbital -un «destino» de planeta. Fue atraído hasta el sistema solar por el planeta más lejano: «El que lo engendró fue Ea» (Neptuno). El nuevo planeta era digno de contemplar:
Su silueta era encantadora, brillante el gesto de sus ojos;
Nobles eran sus andares, dominantes como los de antaño…
Grandemente se le exaltó por encima de los dioses, rebasándolo todo.
Era el más noble de los dioses, el más alto;
sus miembros eran enormes,era excesivamente alto.
Surgiendo desde el espacio exterior, Marduk era aún un planeta recién nacido, que escupía fuego y emitía radiaciones. «Cuando movía los labios, estallaba el fuego». A medida que Marduk se acercaba a los demás planetas, «éstos lanzaban sobre él sus impresionantes relámpagos», y él brillaba con fuerza, «vestido con el halo de diez dioses». Su aproximación levantó emisiones eléctricas y de otros tipos de entre los otros miembros del sistema solar. Y una sola palabra aquí nos confirma el proceso de descifrado de la epopeya de la Creación: Diez cuerpos celestes le esperaban -el Sol y sólo nueve planetas.
El relato épico nos lleva ahora a lo largo de la veloz carrera de Marduk. En primer lugar, pasa cerca del planeta que le ha «engendrado», que ha tirado de él hacia el sistema solar, el planeta Ea/Neptuno.
[...] El orden del tránsito -primero por Neptuno, después por Urano- indica que Marduk estaba entrando en el sistema solar no en la dirección orbital del sistema (en sentido contrario a las manecillas del reloj), sino en dirección opuesta, en el sentido de las manecillas del reloj. Siguiendo el nuevo sendero, el recién llegado no tardó en verse atrapado por las inmensas fuerzas gravitatorias y magnéticas del gigante Anshar/Saturno y, luego, de Kishar/Júpiter. Su sendero se curvó aún más hacia dentro, hacia el centro del sistema solar, hacia Tiamat.
La aproximación de Marduk pronto comenzó a alterar a Tiamat y a los planetas interiores (Marte, Venus, Mercurio). «Él produjo corrientes, alteró a Tiamat; los dioses no descansaban, llevados como en una tormenta».
[...] Trajo a la existencia a la Tierra, llevándola a una nueva órbita, más cercana al Sol. Repujó un «brazalete» en los cielos -el cinturón de asteroides que separa al grupo de los planetas interiores del grupo de los planetas exteriores. Convirtió a la mayoría de los satélites de Tiamat en cometas, y a su satélite principal, Kingu, lo puso en órbita alrededor de la Tierra para convertirse en la Luna. Y cambió de lugar un satélite de Saturno, Gaga, para convertirlo en el planeta Plutón, confiriéndole algo de sus propias características orbitales (como la de su plano orbital diferente).
En diferentes partes se habla de corrientes con rayos y relámpagos, como si fueran tormentas y emisiones eléctricas. Habría que ver qué sabía Sitchin de las hipótesis del universo eléctrico cuando se dedicó a interpretar las tablillas, pero desde luego que sus traducciones hacen honores a tal teoría.
Brevemente, diremos que los defensores de tales ideas sostienen que el plasma cósmico genera corrientes a través de las cuales los campos electromagnéticos de estrellas y demás objetos interactúan entre sí. En el caso de un objeto externo al sistema solar, como un cometa de largo recorrido (o Nibiru…):
Al tener órbitas muy excéntricas, estos objetos pasan miles de años alejados del Sol, que sería el centro de un enorme campo eléctrico y tendría carga positiva, por lo que el cometa vendría cargado negativamente. De esta manera, a medida que se produce el acercamiento se producirá una corriente eléctrica entre ambos cuerpos, de forma que el plasma que inunda el espacio interplanetario entrará en estado luminiscente, a la manera de una lámpara fluorescente, generando así la cola del cometa y una coma más amplia a medida que avanza. (Fuente)
Estas interacciones son las que servirían para explicar los efectos de un objeto lejano sobre la Tierra sin necesidad de que se produzca un acercamiento “mortal” de necesidad. Simplemente, su entrada en el Sistema desataría alteraciones generalizadas en todos los planetas y en el Sol, al provocar “corrientes y descargas”.
En un artí*** sobre Nibiru, si metemos por medio a alguna agencia oficial norteamericana la cosa coge caché, así que insertaremos el siguiente vídeo en el que Sitchin entrevista a Robert Harrington, astrónomo del Observatorio Naval de los Estados Unidos, quien confirma que ellos estaban buscando el planeta X desde 1978, cuando comenzaron a tener evidencias de que las hipótesis de Sitchin no eran tan descabelladas como podían parecer en un principio:
La entrevista está fechada en agosto de 1990. En octubre de 1991, Harrington presentó un informe técnico a la NASA, disponible en internet, en el que describía brevemente los objetivos de estudio para encontrar el planeta X, una vez fotografiada la franja del cielo en la que se sospechaba que podrían hallarse indicios del objeto en cuestión, y cuya observación tenía que realizarse desde un observatorio en el hemisferio sur.
Si este blog gustara de sensacionalismos, aquí diríamos eso de que Robert Harrington murió poco después de un “repentino” y rápido cáncer de esófago…
Pero bueno, volviendo a Sitchin y a su libro, la llegada de Nibiru no siempre tiene por qué ser un peligro:
Los textos mesopotámicos hablaban de la aparición periódica del planeta como de un acontecimiento anticipado, predecible y observable:
El gran planeta: en su aspecto, rojo oscuro. El Cielo divide por la mitad y se levanta como Nibiru.
Muchos de los textos que tratan de la llegada del planeta eran augurios que profetizaban el efecto que el acontecimiento tendría sobre la Tierra y la Humanidad. R. Campbell Thompson (Reports of the Magicians and Astronomers of Nineveh and Babylon) reprodujo varios de estos textos, que describen el avance del planeta mientras «bordeaba la posición de Júpiter» y llegaba al punto de cruce, Nibiru:
Si, desde la posición de Júpiter, el Planeta pasa hacia el oeste, habrá un tiempo para morar en la seguridad. La amable paz descenderá sobre la tierra. Si, desde la posición de Júpiter, el Planeta aumenta en brillo y en el Zodiaco de Cáncer se convierte en Nibiru, Acad se desbordará de plenitud, el rey de Acad crecerá poderoso. Si Nibiru culmina… las tierras habitarán con seguridad, los reyes hostiles estarán en paz, los dioses recibirán las oraciones y atenderán las súplicas.
No obstante, se esperaba que la aproximación del planeta provocara lluvias e inundaciones, debido a los fuertes efectos gravitatorios:
Cuando el Planeta del Trono del Cielo crezca en brillo, habrá inundaciones y lluvias… Cuando Nibiru alcance su perigeo, los dioses darán paz; se resolverán los problemas, las complicaciones se aclararán. Lluvias e inundaciones vendrán.
Sobre las fechas de paso, no hay muchos acuerdos. Pero sobra decir que muchos apuntan a estos años. Se ve que estamos deseando salir de la crisis sea como sea…
James McCanney era un profesor de física y matemáticas en la Universidad de Cornell hasta que fue destituido debido a que sus publicaciones no se ajustaban a la línea de su departamento. Y es que su pasión es el planeta X y la teoría eléctrica del universo. En 2002, publicó Planets, Comets and Earth Changes, del que poco después sacó un extracto gratuito a modo de guía de “supervivencia” para quienes les toque ver la llegada de Nibiru.
Hay una parte del librito que tiene su morbo a estas alturas de la vida. Se trata de algunos de los efectos que la aproximación de ese vecino misterioso producirían en la Tierra entre tres años y un año antes de su cruce:
Violentas tormentas con excesivos relámpagos, viento y agua. Grupos de ciclones, destruyendo propiedades. Lluvias torrenciales y deslizamientos de tierra, causando masivas inundaciones. Fuertes vientos y huracanes en tierra. Clima errático, como nevadas en los trópicos. Descargas eléctricas visibles entre planetas y lunas. Coloridas auroras, sonidos similares a los de una trompeta y silbidos causados por las descargas. Frecuentes inversiones magnéticas permitiendo el ingreso a nuestra atmósfera de partículas radiactivas, causando mutaciones genéticas y nuevas especies. Menor actividad del Sol, conduciendo a una mini Edad de Hielo. Impactos de corrientes de meteoritos. “Plagas” a medida que las corrientes obligan a insectos y alimañas a salir de la tierra. “Pilares de fuego” a medida que la Tierra forma una conexión eléctrica con el Planeta X, quemando la Tierra y causando ruídos ensordecedores.
La mayoría habrá hecho ya asociaciones, así que nos lavaremos las manos cual Pilatos y obviaremos los enlaces a eventos climáticos, exceso de ciclones, sonidos extraños en la atmósfera, actividad solar, auroras en otros planetas (la última en Urano…), etc. Sigamos cargándole el muerto a McCanney:
[...] The Sun begins to react yet no one can see the huge monster except for NASA telescopes which had been tracking the objects for years as they approached.
[...] At 8 months prior to passage the weather starts to become erratic and solar flares pound the Earth. All of this is reported to the public by the independent scientists, as NASA and NOAA (the national weather service) pretend that everything is “normal”. The Earth Changes are blamed on a fictitious culprit called “el Nino”
[...] Already the insurance industry is near bankruptcy due to the past years of paying claims for severe weather that NOAA is still trying to pass off as “normal”.
[...] The rest of the economy fails but the public is still unaware that this is a direct result of the approach of the huge comet with Planet X as its nucleus. At four months before passage the weather becomes more erratic and remote areas of the world begin to be cut off from fuel for heating and other essentials. The developed countries have failing economies and the only talk in the halls of government is the need for war.
Traducción:
En este punto el planeta X es objeto de la descarga del gran condensador eléctrico que rodea al sol. [...] El sol comienza a reaccionar, pero nadie puede ver el enorme monstruo a excepción de los telescopios de la NASA que han hecho el seguimiento de los objetos durante años a medida que se acercaban.
[...] Ocho meses antes del paso, el clima comienza a ser cambiante y las llamaradas solares martillean la Tierra. La opinión pública es informada de todo esto por científicos independientes, ya que la NASA y la NOAA (el Servicio Meteorológico Nacional) fingen que todo es “normal”. Los cambios de la Tierra se atribuyen a un culpable ficticio llamado ”El Niño”.
[...] La industria de seguros está cerca de la bancarrota, debido al pago de las reclamaciones de los últimos años por el mal tiempo, que la NOAA está todavía tratando de hacer pasar como “normal”.
[...] El resto de la economía falla, pero el público sigue sin ser consciente de que este es un resultado directo de la llegada del enorme cometa con el planeta X como su núcleo. Cuatro meses antes del paso, el tiempo se vuelve más inestable y las zonas más remotas comienzan a quedarse sin suministro de combustible para la calefacción y otros artículos esenciales. Los países desarrollados han hundido sus economías y en los pasillos de los gobiernos sólo se habla de la necesidad de alguna guerra.
Luego hay otros capítulos dedicados al paso del planeta y a qué hacer después. Pero, según lo que se lee, si no tienes un búnker a mano, no hace falta molestarse demasiado…
En fin, habrá quienes piensen que todo esto no es sino mero catastrofismo y negatividad. Pero recuerden que todo está dentro de uno mismo. Si buscan en su interior, seguro que podrán ver las cosas con un toque, digamos, más poético…